MIMOSA

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Origen y características de la Mimosa pudica

La Mimosa pudica es originaria de América tropical, donde crece en los márgenes de las carreteras. En algunas zonas se ha llegado a considerar incluso como invasiva, pues tiene una muy alta tasa de germinación y una velocidad de crecimiento bastante rápida, que impide que otras especies vegetales puedan crecer. Popularmente se la conoce como mimosa sensitiva, nometoques, dormidera, adormidera (no confundir con Papaver somniferum), dormilona o moriviví.

Es, además, una herbácea perenne, pero en regiones templadas-frías se cultiva como anual pues es muy sensible al frío (temperaturas inferiores a los 10ºC pueden afectarle seriamente), aunque también se puede tener como planta de interior en una habitación donde haya mucha luz.

Como tiene una altura más bien reducida -no más de 100cm-, se puede tener en maceta. Esto, además, te facilitará el tener que trasladarla si deseas cambiarla de ubicación. Florece durante la primavera y el verano, produciendo florecillas rosadas parecidas a pompones de bailarina en miniatura, con un diámetro de unos dos centímetros. Las semillas son redondeadas, de menos de 0,5cm, y marrones.

Si por algo es conocida la mimosa sensitiva es por el movimiento que hacen sus hojas cuando se tocan. A este movimiento se conoce como nictinastia, y está causado por los cambios en la turgencia en las células que se encuentran en la base del pecíolo de las mismas. Cuando esa turgencia se da en las células flexoras, las hojas se abrirán, pero si se da en las células extensoras, se cerrarán.

Cerrar o abrir las hojas le supone un gasto de energía considerable, por eso no hay que jugar con ella.

Si te animas a tener un ejemplar, te recomendamos proporcionarle los siguientes cuidados:

Ubicación

Es una planta que necesita mucha luz para crecer, por lo tanto…:

  • Interior: estará bien si se tiene en una habitación luminosa y alejada de las corrientes de aire.
  • Exterior: lo ideal sería tenerla a pleno sol, pero si no puede ser, entonces debes saber que se adapta razonablemente bien en exposiciones con sombra parcial o semisombra.

 

 

Su esperanza de vida es de unos 5 años, menos si el clima no acompaña (es decir, si es frío).

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