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LIQUIDAMBAR
El Liquidambar unas de las especies arbóreas más espectaculares para decorar tu jardín.
Su gran porte y follaje rojizo en otoño los convierten en el foco de todas las miradas, ya sea en combinación con otras ejemplares en un parque o aislado como árbol de sombra en tu propio jardín.
El árbol del ámbar se caracteriza por su tronco leñoso, que se ensancha al envejecer. Tiene grandes hendiduras corchosas en la corteza y su color está entre el marrón y el gris. De esta corteza procede el estoraque o ámbar líquido, resina aromática que da nombre a este árbol. Podemos ver de forma natural esta resina en invierno, cuando el árbol la segrega por sus brotes.
Otra de las singularidades de esta especie son sus hojas.
Similares a la del arce, las hojas del árbol del estoraque son palmadas y tienen entre 5 y 7 lóbulos con los bordes serrados. Pero lo más espectacular de su follaje es su color. En otoño el liquidámbar americano tiñe su copa, antes verde, de colores que varían desde el amarillo y el naranja al rojo burdeos y hasta tonos violetas.
El principal uso de esta especie es el ornamental. Es muy apreciado por los paisajistas como árbol decorativo que se presenta aislado en jardines medios y grandes. Podemos encontrarlo frecuentemente en parques y en alineación de calles amplias. Además, es perfecto como árbol para dar sombra tanto por su tamaño como por su gran envergadura.
¿Te preocupa su tamaño?
Si te gusta este árbol pero no dispones de mucho espacio, ¡no te preocupes! Cada vez se cultiva más el liquidámbar como bonsái.