CORONA DE NOVIA 4L
IMAGENES ILUSTRATIVAS
Se conoce como corona de novia a una planta de la familia de las Rosáceas que es muy utilizada como planta ornamental gracias a su atractiva floración, además del llamativo aspecto que adquieren sus hojas con la llegada de las bajas temperaturas.
Es originaria de China, y posiblemente también de Japón, donde ha sido cultivada para embellecer jardines y otros espacios verdes desde hace siglos.
La corona de novia se desarrolla como un arbusto caducifolio que forma matas y conserva su follaje desde la base de las ramas. Puede alcanzar una altura máxima de 1 a 2,5 metros de altura, presenta numerosas ramas delgadas, arqueadas, flexibles y glabras.
Su follaje está conformado por hojas alternas, simples, poco pecioladas, generalmente lanceoladas, que miden de 3 a 6 centímetros de largo y lucen un color verde que a comienzos de otoño se torna rojo, sobre todo en aquellos ejemplares que se encuentran muy expuestos a las condiciones climáticas.
Las flores de la corona de novia son hermafroditas, actinomorfas, de alrededor de 1 centímetros de diámetro, dispuestas en corimbos axilares, cada una con 5 sépalos libres, 5 pétalos blancos y numerosos estambres más cortos que los pétalos.
Esta especie incluye distintos cultivares comerciales que pueden producir floraciones rosadas o púrpura, o que son capaces de mantener sus flores durante toda la temporada cálida del año (primavera y verano).
Para tener un desarrollo saludable, la corona de novia necesita cultivarse en un área a pleno sol, aunque también puede crecer en semisombra, pero en este último caso es muy posible que su floración no sea tan abundante y duradera como en el primero.
El hecho de que permanezca a media sombra también puede favorecer la aparición de enfermedades y malezas, ya que por la particular formación de ramas y follaje desde la base resultan plantas difíciles de ralear.
La corona de novia crece mejor si se implanta en suelos fértiles y bien drenados. Si bien puede tolerar bastante bien las sequías, se recomienda someter esta planta a un régimen regular y frecuente durante su época de crecimiento.